Lloráis la tierra porque nacisteis en ella y
miedo os da mirar la luz del sol, no vaya a ser que en un descuido vuestra
esencia se os escape y fluya rápida con el viento en la misma
dirección...
Vais bailando en silencio el sonido del tiempo,
que embauca y adormece con un ritmo siseante y que cobijando en su seno el
matiz quejoso, os afiláis para que quienes osen molestaros se queden
prendados de vosotras...
Y en un abrir y cerrar de ojos os escucho
lamentaros de lo seca que es la tierra que cobija vuestro hogar... os escucho
lamentaros con un suave cántico que engalana el viento y vierte su semilla esparciéndose
como soles... os escucho lamentaros que vuestra comunidad es de espigas y no de
flores...
Os escucho, y mientras lo hago, os veo bailando a
un ritmo que me enternece.
Al final, en vuestro baile, enmascarais el reflejo de la luz de ese sol que os da miedo mirar y que sin embargo, es a quien, con vuestros movimientos, cantais...
nice, maravilloso, bonito, como siempre Sonia
ResponderEliminarGracias Guillermo!!
EliminarMe recuerda a cuando de pequeño iba a la casa de campo de mis abuelos... Muy chulo!!!
ResponderEliminarSaludos! ;)
Las casas de los abuelos es lo que tienen. Alguno de los míos también han vivido en el campo. Saludos!!
EliminarBellas y bello... todo ello !!!
ResponderEliminarjajajaja.... gracias Carlos!!
EliminarQué maravilla de texto que al principio me hizo pensar en los hombres para darme cuenta de que te referías a las perfectas e insignificantes espigas..en una sutil comparación...Grande!!
ResponderEliminarjeje...noooo.... ¿quién dijo hombres?... jajajaja.... sería una metáfora muy tremenda, la verdad. Saludos!!
EliminarBello!
ResponderEliminarGracias Antonio!!
EliminarAquel que ha tenido la bendición de ver las espigas mecidas por la brisa y el sol dorado brillando sobre la melena ondulada de los campos sabe a que te refieres. Vengo de un mundo mágico que surge en medio de una planicie que me recuerda los campos castellanos, ondulando bajo un el sol al que no podeis hacer otra cosa que cantarle. Bellisima descripción. Perfecta. Soberbia. Gracias..
ResponderEliminarGracias Alberto!!
Eliminar"Os escucho, y mientras lo hago, os veo bailando a un ritmo que me enternece"..es precioso. Me encantaron las imágenes y la forma suave y dulce en que nos trasladas a esos campos dorados. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Jimena, me alegra ser ese trampolín hacia mi forma de ver las cosas!!
EliminarHola Sonia! Como esas bellas espigas... nos lamentamos de todo aquello que es igual que nosotr@s o que nos vemos reflejados.. ir en contra de nuestras raíces y principios... y en cambio adulamos a quien en el fondo menos nos aporta o perjudica.. Controversia! Un besote! Me ha encantado!
ResponderEliminarGracias Gema!!
Eliminar¡Bellísimo!!!. Excelente palabras enlazadas con magnificencia y poesía., maravillosas fotos. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Mirta!!
EliminarUnas palabras preciosas que enmarcan ese mundo mecido por el viento. Creo que todos deberíamos tener esa imagen de espigas de nuestra infancia.
ResponderEliminarPues que así sea Enrique...jeje, saludos!!
EliminarMuy lindo!!!!! Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Gaby!!
EliminarMe ha gustado mucho tu entrada, Sonia. Y anda que no son inspiradoras... El texto, precioso. A mi me ha recordado una de las imágenes de "Gladiator", cuando Russell Crow, se encamina a su casa a través de un campo de trigo, y va acariciando las espigas....
ResponderEliminarSaludos!
Gracias Clarisa!!
EliminarEs verdad, esa imagen me encanta.
Saludos!!