Había creado un mundo, su mundo y ahora ni siquiera sería consciente de cómo, todo recuerdo y toda memoria de su paso, quedaría menguado en los confines de una fría habitación donde ni las paredes le recordarían lo bueno que había vivido. Su casa dejaría de ser su hogar para convertirse poco a poco en el claustro de su propia mente, que a oscuras, jamás volvería a ver luz...
¿Qué mal hizo? ¿En qué momento pudo aparecer? y lo peor de todo... ¿por qué?
Cada vez que lo pensaba, no hallaba respuesta a nada. Simplemente, la vida le quitaba su esencia, cuanto era, hasta ser simplemente un cuerpo desvalido y disfuncional donde nada tendría ninguno sentido, esperando sólo a ser consumida por un tiempo que se le escapaba a toda previsión...
A su lado, las manos de su marido la hacían volver de nuevo mientras su voz le decía: "aunque tú no sepas quien soy yo, yo sí sabré quien eres tú".
A su lado, las manos de su marido la hacían volver de nuevo mientras su voz le decía: "aunque tú no sepas quien soy yo, yo sí sabré quien eres tú".
Linda historia de una triste enfermedad. Me gustó el final.
ResponderEliminarGracias Valeriam, me alegro que te haya gustado, a pesar del tema que trata, un saludo!!
EliminarExcelente, Sonia, un relato breve pero intenso, con sentimientos y la angustia de saber que se perderá el recuerdo, pero matizado con ese amor incondicional del ser amado. Te felicito. Besos!
ResponderEliminarGracias Alonso, precisamente esa pequeña chispa del final sea lo que lo haga más llevadero, al menos desde la perspectiva de quienes lo vemos desde fuera, un saludo!!
EliminarUna enfermedad que, creemos, la padecen más los que viven alrededor del enfermo que él/ella mismo/a. No sabemos si el/la que la padece se pregunta quién es y quién era. Solo pregunta, creemos, quiénes son los/las que le rodean.
ResponderEliminarUn relato ciertamente triste y conmovedor.
Saludos.
Cierto Josep, y muchas veces su retorno a épocas pasadas les confunden con quienes les rodean en su presente. Un saludo!!
EliminarMuy tierno, my friend. Es una enfermedad terrible que hace que la persona que conoces desaparezca. Un abrazo...
ResponderEliminarUff la frase final, es amor!!!
EliminarLo triste no es sólo que la veas desaparecer Carlos, a veces se transforman en personas que no se las reconoce por la forma de actuar.
EliminarY ojalá hubieran más manos de esas como las del micro, pero la realidad a veces es mucho más cruda...
Un saludo!!
Lo se... conozco la enfermedad -de muy cerca y es terrible. solo se puede combatir con mucho, mucho amor y paciencia..
EliminarPues sí Carlos, aunque más que combatir, yo matizaría con "sobrellevar".
EliminarUn saludo "my friend"!!
Sé lo que es...soy cuidadora.Es un morir día a día.
ResponderEliminarConvencida estoy que la vida los castiga en demasía y solo el Amor de los suyos podrá recompensar un poco ,lo mucho que pierden.
Coincido contigo Caridad, aunque ese Amor sólo los va manteniendo cerca de los suyos mientras el pago es ir viendo como se van. Pienso que ambas partes pierden demasiado... lo que han sido y en lo que terminan siendo... es terrible.
EliminarUn saludo!!
Una enfermedad muy triste, olvidar quien eres tu y tus seres queridos, Dios no se que haría.
ResponderEliminarYo tampoco Irma, un saludo.
EliminarTRISTE RELATO DE UNA REALIDAD..INEVITABLE
EliminarUna bella historia... simple y bella historia... posible.... realmente muy posible y quiera Dios o el diablo o quien quieras que nonos suceda.... que si ello ocurre es muy probable que ni siquiera te interesará que el sepa quien eres tu... porque para ti el no es más que un extraño... Terribles vericuetos de la mente, burla de la vida que te roba aquello que más amas.. o lo que mas temes perder... Y al final... para que ¿No?... que espanto es todo esto... que tremendo espanto... sin embargo tiene una ventaja... al final del viaje, vamos, que no te enteras...
EliminarUn saludo Moraiza, gracias por pasarte.
EliminarAlberto, no sé si ese final es una ventaja o una condena... Un saludo!!
Muy realista... demasiado... gracias por compartirlo.
ResponderEliminarGracias por leerme, un saludo Iker!!
EliminarFascinante relato, me gusto la temática y como lo abordaste. Saludos y nos estaos leyendo.
ResponderEliminarGracias Nahuel, un saludo!!
EliminarLa biologia molecular avanza y mucho-------------------
EliminarNo queda otra que esperar a los avances científicos, como siempre....
EliminarUn saludo Adriano.
Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMe alegro!!
EliminarMe ha gustado mucho gracias feliz semana
ResponderEliminarMuchas gracias, igualmente!!
EliminarAbsolutamente estremecedor... magia en tu pluma y suma sensibilidad.
ResponderEliminar¡te felicito¡
tRamos
Gracias Tramos!!!
EliminarConmovedor ese final... ójala todos tuvieran unas manos como esas... Gracias por compartirlo, feliz semana.
ResponderEliminarGracias Lys por pasarte, feliz semana a tí también, un saludo!!
EliminarUn microrrelato conmovedor y sobrecogedor, reflejo de una cruel enfermedad.
ResponderEliminarSaludos, Compañera.
Me alegro que te haya gustado Edgar, un saludo!!
EliminarQué precioso llegar a blogs tan bonitos como éste. Me quedo entre tus seguidores desde este mismo momento. Las historias relacionadas con el Alzheimer me parecen tan tristes... soy psicóloga y he estado trabajando mucho tiempo con personas con deterioro cognitivo, y a veces era desgarrador. De momento mi trabajo se encamina por otros caminos, pero me gustaría volver para poder seguir ayudándoles.
ResponderEliminarEstás invitada a visitar mi blog,
nos leemos.
Eva.
Pues bienvenida Eva. Coincido contigo, cualquier historia relacionada con esta enfermedad es triste. Este micro sólo es ficción, pero puede ser una historia real, aunque supongo que tú me podrías contar muchas más.
EliminarGracias por tu invitación, nos leemos!!
Me ha parecido tremendo, gracias por compartir.
ResponderEliminarA tí por pasarte Carol, un saludo!!
EliminarHola Sonia.
ResponderEliminarEl micro es devastador pero la reflexion final es soberbia y por demás acertada.
Felicitaciones.
Muchas gracias Ricardo, celebro que te haya gustado, un saludo!!
EliminarMuy buen relato. Es la cruda realidad, y esa ni ninguna que padece el ser humano se debe evadir. Saludos
ResponderEliminarGracias Emilio por pasarte, me alegro que te haya gustado, un saludo!!
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