El tiempo abarca caprichosamente mientras en el baúl se
agolpan los momentos que las instantáneas recogieron...
Un susurro me llega de muy lejos, entonando una breve
melancolía... “Cuando yo dejé el mundo,
ni el tiempo parpadeó al verme marchar...”
Sosegada me oí decir... “¿Cuánto
hace de ello?...”
“...Toda una vida...” me susurraba el viento...
¿Y por qué lloras?”,
me oí preguntar...
“No lloro... sólo es
nostalgia por mi pasado... todo cuanto amaba se ha transformado con el paso del
tiempo y ahora que lo he mirado, no consigo recordarlo tal cual lo perdí de
entre mis manos... sólo quedan fragmentos sobre papel fotografiados...”.
Verdaderas palabras sobre lo que es nuestra vida. Gran reflexión. Saludos.
ResponderEliminarGracias Mirta, saludos!!
EliminarPlasmas en palabras los instantes de manera extraordinaria, como lo haces con las imágenes!!!! Hermoso.
ResponderEliminarMe alegra ver que te gusta María, gracias por tus consideraciones, saludos!!
Eliminarun placer leer tus reflexiones...
ResponderEliminarGracias Carlos, saludos!!
EliminarQue caprichosa es la memoria. Bonita reflexión y preciosa imagen
ResponderEliminarY que lo digas Juanan, saludos!!
EliminarQué bonito, Sonia, me llenó un poco de esa nostalgia particular que cada uno vemos, si miramos en nuestro baúl de los recuerdos... Muy hermoso pensamiento, nos dejaste. Un placer.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, a mi también me pasa cuando veo fotos de hace tiempo... y cuanto más años las cubren, más nostalgia y recuerdos afloran.
EliminarGracias Clarisa, saludos!!
Me ha gustado mucho el valor que le das a un instante efímero como es el recuerdo imperfecto del pasado, lo fugaz de la vida, lo insignificante de nuestra existencia y cómo no, todo ello magistralmente apuntalado por la fotografía. Besos
ResponderEliminarTu lo has expresado con mayor claridad Alfmega.
EliminarGracias, saludos!!
La memoria no es tal, las fotografías no recogen el testigo de lo vivido. Lo reinventan. Cada fotografía supone una pérdida (de un momento pasado) y un regalo (un pasado que se reinventa).
ResponderEliminarEn esa foto del montaje hay lágrimas...
Cierto, cada fotografía supone una pérdida y a la vez un regalo, aunque yo no lo llamaría reinventar, más bien diría mejorar, ya que lo vamos coloreando de nuevas vivencias para complacer lo que perdimos por el paso del tiempo y que a veces son momentos que se vuelven a repitir.
EliminarEn este caso, la nostalgia es triste, melancólica... porque siente más esa transformación del pasado hasta el ahora.
Gracias Enrique, saludos!!
Cada pedazo de vida captado en una imagen es sólo eso una pequeña porción, que si cerramos los ojos nos puede trasladar al momento, al frío al calor, a las emociones, a los aromas, al silencio, al ruido... Cada imagen nos traslada a recuerdos que les devuelven una vida efímera en la fotografía, pero un sentimiento eterno en el alma!
ResponderEliminarSumando unos y otros, tenemos esa vivencia a sentir en la yema de los dedos!
Un beso enorme, Sonia!
Sí Rosa, es lo que comentaba más arriba. Coloreamos nuestros recuerdos y las fotografías nos permiten llegar a ellos, pero a penas es un pedacito de papel. Los recuerdos los llevabos dentro y los sentimos dentro, a veces tan nítidos que hasta nos afloran sus olores.
EliminarSaludos Rosa!!
Hola Sonia, bonito post! Y reflexiones que son una realidad en nuestras vidas.
ResponderEliminarHay retales e imagenes internas que nunca desearïamos recordarlas ni verlas más! Porque no nos ayudan demasiado y son difïciles de deshacernos de esos retales...
Hay recuerdos cargados de nostalgia hacia algo que fué bonito y que ya no lo vemos con la misma perspectiva..
Siempre hay que guardar los retales que nos han hecho felices y unirlos con los nuevos del presente..
Saludos!!
Al final, los buenos recuerdos son los que prevalecen y los malos quedan atrás como algo pasajero que no merece ser recordado.
EliminarSaludos Gema!!